2013/12/30

L'aventura, segons Simone Moro

2013/12/30
[S. Moro, by C.Richards]
M'encanta, i la trobo molt encertada, la definició que Simone Moro fa d'aventura: "Algo que no está relacionado con los récords, los resultados o el éxito. Para mí, la aventura es algo que implica dos elementos básicos: la exposición y lo desconocido o misterioso. La aventura está íntimamente unida a lo que denominamos exploración. Una exploración tiene lugar tanto si es exitosa como si no, ya que explorar algo implica intentar alcanzar una región (física y mentalmente) que hasta entonces estaba inexplorada, por lo que cada paso que se da es ya un éxito", a l'entrevista que Óscar Gogorza li fa a El País el 29/12/2013.

Una entrevista, per una altra banda, plena de sentit comú a la qual reflexiona sobre diversos temes, entre ells molts tòpics sobre l'alpisme que s'encarrega de desmuntar, i que copio a continuació.
Escalando en el macizo del Fitz Roy, en la Patagonia argentina, una tormenta forzó la retirada de Simone Moro y su compañero. La pareja inició una serie de rápeles precarios, abandonando material y gestionándolo con sumo cuidado para no quedar varados en mitad de la pared: así decidieron rapelar de un único pitón clavado en la roca. El compañero de Moro descendió y gritó “¡libre!” y éste inició la maniobra de rápel. A medio camino, el pitón cedió y Simone cayó en picado. Debería haberse matado, pero en cambio, aterrizó sobre una repisa de nieve fresca, intacto. Unos metros a su izquierda, su compañero le miraba, mudo, aterrorizado. “No me mires así y alégrate, que tenemos un clavo extra para rapelar”, asegura que le dijo. Por serio que parezca, el alpinismo también merece ser observado con humor, con cierto desapego. A punto de volar a Pakistán para enfrentarse al Nanga Parbat (8.125 metros), junto al K 2 la única montaña de ochomil metros que permanece sin conquistar en invierno, el italiano Simone Moro (Bérgamo, 1967) reflexiona acerca de la aventura, de la muerte, de su relación con la montaña y de los valores manoseados que, se supone, emanan del alpinismo.
Pregunta. ¿Qué significa la palabra aventura para usted?
Respuesta. Algo que no está relacionado con los récords, los resultados o el éxito. Para mí, la aventura es algo que implica dos elementos básicos: la exposición y lo desconocido o misterioso. La aventura está íntimamente unida a lo que denominamos exploración. Una exploración tiene lugar tanto si es exitosa como si no, ya que explorar algo implica intentar alcanzar una región (física y mentalmente) que hasta entonces estaba inexplorada, por lo que cada paso que se da es ya un éxito.
P. ¿Qué tipo de aventura espera encontrar en el Nanga Parbat?
R. Una aventura intensa en toda regla. Política (hay peligro de terrorismo), vertical en el sentido de que el Nanga Parbat es la montaña más vertical del planeta, y psicológica porque después de 25 años nadie ha logrado aún escalarla en invierno y, sobre todo, desde la vertiente Rupal.
P. Hace unos meses unos sherpas estuvieron a punto de linchar a usted y a sus compañeros Steck y Griffith en el campo 2 del Everest. ¿Qué sentimientos alberga ahora al respecto?
R. Eso ya es parte del pasado. Lo he olvidado y no presto atención a la infinidad de comentarios basura que la gente escribió y dijo sobre lo ocurrido, sobre todo gente que estuvo involucrada o que intentó especular y sacar provecho de lo ocurrido. Muchos extranjeros intentaron defender a los sherpas envueltos en la revuelta por su propio beneficio transmitiendo una buena imagen de ellos como defensores. Pero todo acto de violencia es indefendible, así que no hay excusa ni justificación para lo ocurrido, ni para los sherpasinvolucrados. Eso no quita que piense que tuvimos muy mala suerte y nos topamos con los sherpas más estúpidos del campo 3 y por ello sigo queriendo y respetando a la gente de Nepal y a los sherpas en general.
P. ¿Qué conclusión personal ha extraído tras la experiencia en el Everest?
R. He confirmado una vez más que el mayor peligro de este planeta está personificado en al figura de los seres humanos, en la gente… Mucho más peligrosos que las avalanchas, las tormentas, los terremotos… El ser humano es el mayor peligro para el propio ser humano. En todas partes encontrarás buena gente y mala gente, incluso a ocho mil metros de altura, e incluso entre los sherpas
P. En el Gasherbrum II, estuvo cerca de ser sepultado por una avalancha después de convertirse (junto a Urubko y Richards) en el primer hombre que hollaba un ochomil del Karakorum en invierno. ¿Cómo afronta uno la montaña sabiendo que puede fallecer en un accidente?
R. Todos morimos un día u otro, todos… incluso quienes están leyendo esta entrevista fallecerán algún día. Mientras tanto sigo intentando alejar esa fecha de mi calendario, y por ello abandono el 35% de mis expediciones sin lograr el objetivo, porque no quiero asumir demasiados riesgos.
P. ¿Ha cambiado su relación con la montaña?
R. Aún sigo enamorado y respetando las montañas y la naturaleza tanto como me respeto a mí mismo. Así que intento disfrutar y encontrar el equilibrio perfecto entre mi alma y el mundo en el que vivo. Sé que las aventuras y las expediciones son aún infinitas en el medio natural, lo que me da la seguridad de que durante las próximas generaciones seguiremos teniendo la oportunidad de explorar nuestro interior exponiéndonos tal como somos en el medio natural y salvaje.
P. Dice Ueli Steck que para ser un gran alpinista no se puede tener familia. ¿Está de acuerdo?
R. Para ser un gran alpinista, tanto como para ser un gran hombre, no debes nunca sacrificar tu naturaleza interna, tu esencia. Es simplemente un tema de capacidad, organización, alma… Así que entiendo perfectamente si alguien necesita estar solo o sin familia para alcanzar sus objetivos. Pero otros posiblemente también lo puedan hacer teniendo una vida normal esperándoles. Es un asunto de libre elección, y no algo necesariamente obligatorio.
P. Además de un gran alpinista es un gran empresario. ¿Cómo gestiona ambos mundos?
R. Un gran empresario es quizás decir demasiado. Prefiero decir que soy capaz de compaginar por mí mismo el sueño de ser un alpinista profesional y un piloto de helicópteros profesional. No vivo en una furgoneta o en una tienda. Lo hice en alguna ocasión, especialmente cuando era joven, pero desde entonces mantengo un cierto sentido de la realidad que me impulsa a hacer algo útil. La palabra negocio o empresa se confunde demasiado a menudo con los términos contaminación o sucio, y es algo totalmente erróneo.
P. ¿Qué significa fracasar en la montaña?
R. No existe el fracaso en la montaña. Es una palabra inventada y usada por periodistas y algún que otro colega montañero estúpido o celoso. Cualquier paso, por pequeño que sea, adentrándote en un terreno natural con el que has soñado es ya en sí un éxito. Si esos pequeños pasos te llevan hasta la cima y a alcanzar tus sueños, entonces todo ello supone un logro aún mayor.
P. El mundo de la montaña vende compañerismo, amistad, trabajo en equipo, autenticidad… pero sabemos que esto no es siempre cierto, ¿verdad?
R. Cada vez es peor… La sociedad cambia, y con ella los alpinistas. Se enfrentan por patrocinadores, popularidad, visibilidad, fama… En porcentajes, en el mundo del alpinismo hay exactamente el mismo porcentaje de idiotas que en la sociedad en la que vivimos. Así, pese a que tengo buenos amigos en el mundo del alpinismo, intento refugiarme y alejarme de todo cuando estoy en casa. No soy el típico tipo extrovertido que busca compartir momentos con la comunidad montañera. Siempre tienen algo sobre lo que discutir, y ya estoy cansado de escuchar a la gente quejarse o acusar a otros. Prefiero aprovechar mi tiempo libre saliendo a correr, escalando, o simplemente pasando tiempo con mi familia.
P. ¿Le desvelan los amigos perdidos en la montaña?
R. Sí, claro que sí. Soy una persona muy sensible. He perdido docenas de amigos en la montaña. Anatoli Boukreev o Iñaki Ochoa,dos de mis mejores amigos. Pero en lugar de quedarme en casa llorando su pérdida, prefiero vivir mi vida en su honor.
P. ¿El Nanga Parbat un trampolín para el K2 en invierno?
R. No sé con seguridad si intentaré alguna vez el K2 en invierno. Mi mujer soñó que fallecía mientras intentaba el K2 en invierno. Y suele acertar bastante en sus predicciones… De cualquier forma, si alguna vez lo intento, ya puedo adelantar que estoy orgulloso de mi carrera hasta ahora en cuanto a actividades invernales.
P. ¿Cómo es su relación con sus patrocinadores?
R. Muy Buena. Sé exactamente lo que necesitan y lo que quieren, y ellos saben hasta dónde puedo llegar, y que no soy solo un patrocinado, sino también una persona que intenta siempre devolverles la inversión que han hecho en mí. Muchos patrocinados piensan que el patrocinador es quien les paga las vacaciones, los viajes, y les permite tener una buena vida. Esto es un gran error, y a la larga es un motivo para que la relación se rompa.
P. Después de tantos años relacionado con la montaña, ¿cómo hace para mantener intacta la ilusión?
R. La pasión y la fuerza de mi sueño. El deseo de seguir explorando a grandes alturas. Todo esto ha sido fundamental, y ahora también mi nueva carrera como piloto de helicópteros que me permite permanecer en la montaña, en primera línea, explorando otros límites de una forma paralela, y en cierto modo también más útil que cuando simplemente escalo en solitario para mí. Así que puedo afirmar que estoy muy feliz por lo que tengo ahora, y por lo que haré en el futuro en las montañas.

2013/10/31

Jean Seberg, again

2013/10/31

2013/09/21

'El Viaje a la Tradición Mediterránea'

2013/09/21
Fa un parell de diumenges, a La 2, a una hora una mica intempestiva, vaig ensopegar amb 'El Viaje a la Tradición Mediterránea'. Una magnifica serie documental sobre els valors que compartim tots els que vivim al voltant del Mediterrani -i tinc la sospita que més enllà, també. Valors perennes, independents dels temps, de la immediatesa, fronteres, religions, llengua, etc i que molts s'entesten a negar. Valors intemporals que, com diu una de les participants en el pròleg -video inserit a continuació-, fa que sentis una idea de familiaritat en moura't per la mediterrània, encara que no estiguis al teu país, no coneguis les tradicions, ni la llengua, ni practiquis o estiguis immers en determinada tradició religiosa. En fi, el que fa que sigui l'àmbit preferit per als meus viatges. Nord, sud, est, oest, tan hi fa.

Pròleg



Font: RTVE a la carta

2013/08/26

Camino de Santiago —2013—

2013/08/26




















O Cebreiro - Triacastela - Sarria - Portomarín - Palas de Rei - Melide -Arzúa - Lavacolla - Santiago de Compostela.

I un inesperat, i fantàstic, retorn de 17 hores per La Corunya, Tierra de Campos...

2013/07/28

O Cebreiro

2013/07/28
Ja queda menys. Aviat arribarà l'hora de completar el camí fet el 2008. Espero que aquesta vegada d'una manera menys accidentada...

2013/06/09

'The first time ever I saw your face'

2013/06/09


Pot semblar impossible millorar una obra mestra, però Johnny Cash ho va aconseguir amb aquesta personal versió.

2013/05/19

Sir Edmund Hillary, un senyor de Nova Zelanda

2013/05/19
Adoro les (bones) històries. A 'Tras la huella de Nives', llibre de converses entre l'escriptor Erri de Luca i l'alpinista italiana Nives Meroi, n'hi ha unes quantes. Una de molt maca és la que Nives explica sobre la magnitud humana de Sir Edmund Hillary*, el primer que va fer el cim de l'Everest —acompanyat del xerpa Tensing Norgay.
«[...] ¿Sabes que no hay ninguna foto de Hillary sobre el Everest en aquella primera ascensión del 53? Hillary llevaba una cámara y fotografió a Tensing, el perfil de las montañas a su alrededor, pero no le pidió a Tensing que le hiciera una fotografía.[...] Sé que no lo hizo y para mí esa foto frustada es la mas hermosa de todas, el golpe de humildad que da precedencia a la empresa, no a quien la realiza. Aquel huesudo neozelandés larguirucho de un metro noventa y dos no se dejó fotografiar en la cima del Everest. Eso es para mi una lección.»
Mai un Sir m'ha semblat tan adequat. Resta pendent dedicar-li una entrada sencera en aquest meravellós llibre, manual d'estil alpí vital.

*Per cert, Hillary també està relacionat amb l'Antàrtida. Va ser a la tercera expedició que va trepitjar el Pol Sud, darrere de les d'Amundsen i Scott. És curiós, o no, com determinats personatges estan a tots els "fregats".

2013/05/05

'Zou bisou bisou'

2013/05/05


A qui no li agraden festes com aquestes?

De l'inici de la cinquena temporada de Mad Men, memorable interpretació de Jessica Paré d'un clàssic del pop francès del seixanta. Un moment estelar, d'aquells en què s'ajunten diverses dèries personals.

Ara que millor que tot això, és que seria la música perfecta que m'agradaria per al meu funeral. No dic escoltar-la perquè em serà una mica complicat -és el que tenen totes les bones idees, que són imperfectes.

Ja ho estic veient, tothom seriòs, potser fent de tant en tant un comentari en veu baixa, com s'espera de gent educada en tals circumstàncies, i de sobte, a tot volum:

1, 2, 3, 4

Zou bisou bisou
Zou bisou bisou
Zou bisou bisou, zou bisou bisou, zou bisou bisou, mon Dieu qu'ils sont doux...

2013/04/06

Jean Seberg

2013/04/06
[via My Vintage Book Collection, del llibre 'Godard' de Richard Roud]

La malauradament turmentada Jean Seberg en un fotograma de Jean-Luc Godard —veure 'À bout de souffle' és un mustdo. Segurament l'actriu més bella de tota la història del cinema en una de les imatges més precioses mai creades.

2013/03/29

'Dinda' by coffee&wine

2013/03/29


Vaig descobrir les delicioses cançons d'Ana Franco (coffee&wine) a l'actuació que va fer a l'últim Minifestival de Música Independent de Barcelona. Des d'aleshores, en sóc un addicte.

2013/03/03

'Up'

2013/03/03


"Espero que no lleguemos nunca a considerarnos expertos porque siempre se aprende algo nuevo en cada película”.
—Pete Docter, director de 'Up'
Igual que hi ha llibres de capçalera, i cadascú té els seus, també n'hi ha de pel·lícules. 'Up' n'és una de les meves. La vaig descobrir fa poc —si ho sé, últimament no estic gaire al dia de cinema— i em meravello cada vegada que la veig, el flashback de l'inici és un d'aquests moments cinematogràfics difícils d'oblidar!

Descriu, com a poques, el que per a mi és l'esperit d'aventura. No tant com a proesa atlètica, la forma com s'entén ara, sinó com a estat mental de consciència que no coneix condició, classe ni edat. Perquè aventura és escollir entre diferents opcions (quotidianes) sense oblidar els somnis. Somnis, que com bé 'Up' ensenya, sempre som a temps de materialitzar-los, si no perdem el Sud —en sóc més de suds que no pas de nords.

2013/02/14

A Nasreddin story

2013/02/14
Nasreddin at last reached the home of an Ottoman official who had invited him to dinner. He had travelled a long distance on his donkey, and his clothes were dirty. However, as it was very late and he didn't have time to change, he knocked on the front door. When it was opened, he saw that the guests had already come. But before he could introduce himself, his host told him that beggars were not welcome and shut the door in Nasreddin's face.

Nasreddin then went to the saddlebag on his donkey and slowly changed into his finest clothes. Looking magnificent in them, he knocked on the door again. This time, his host welcomed him with many courtesies, and led him to the main table.

When the food was served, everyone watched in amazement as Nasreddin poured a bowl of soup into one pocket of his silk robe. He was placing his roast meat on top of the fur on his sleeves, murmuring "Eat, fur, eat!", when the host, horrified, asked him for an explanation. Nasreddin replied he was feeding his clothes: from the way he had been treated before, it was clear that the host had invited his clothes, not him.

2013/02/07

'I love you' by Woodkid

2013/02/07

2013/02/03

"Auggie Wren's Christmas Story"

2013/02/03
"If you buy me lunch, my friend, I'll tell you the best Christmas story you ever heard. And I guarantee that every word of it is true."

We walked down the block to Jack's, a cramped and boisterous delicatessen with good pastrami sandwiches and photographs of old Dodgers teams hanging on the walls. We found a table at the back, ordered our food, and then Auggie launched into his story.

 "It was the summer of seventy-two," he said. "A kid came in one morning and started stealing things from the store. He must have been about nineteen or twenty, and I don't think I've ever seen a more pathetic shoplifter in my life. He's standing by the rack of paperbacks along the far wall and stuffing books into the pockets of his raincoat. It was crowded around the counter just then, so I didn't see him at first. But once I noticed what he was up to, I started to shout. He took off like a jackrabbit, and by the time I managed to get out from behind the counter, he was already tearing down Atlantic Avenue. I chased after him for about half a block, and then I gave up. He'd dropped something along the way, and since I didn't feel like running any more, I bent down to see what it was.

 "It turned out to be his wallet. There wasn't any money inside, but his driver's license was there along with three or four snapshots. I suppose I could have called the cops and had him arrested. I had his name and address from the license, but I felt kind of sorry for him. He was just a measly little punk, and once I looked at those pictures in his wallet, I couldn't bring myself to feel very angry at him. Robert Goodwin. That was his name. In one of the pictures, I remember, he was standing with his arm around his mother or grandmother. In another one he was sitting there at age nine or ten dressed in a baseball uniform with a big smile on his face. I just didn't have the heart. He was probably on dope now, I figured. A poor kid from Brooklyn without much going for him. Who cared about a couple of trashy paperbacks anyway?

 "So I held on to the wallet. Every once in a while I'd get a little urge to send it back to him, but I kept delaying and never did anything about it. Then Christmas rolls around and I'm stuck with nothing to do. The boss usually invites me over to his house to spend the day, but that year he and his family were down in Florida visiting relatives. So I'm sitting in my apartment that morning feeling a little sorry for myself, and then I see Robert Goodwin's wallet lying on a shelf in the kitchen. I figure what the hell, why not do something nice for once, and I put on my coat and go out to return the wallet in person.

 "The address was over in Boerum Hill, somewhere in the projects. It was freezing out that day, and I remember getting lost a few times trying to find the right building. Everything looks the same in that place, and you keep going over the same ground thinking you're somewhere else. Anyway, I finally get to the apartment I'm looking for and ring the bell. Nothing happens. I assume no one's there, but I try again just to make sure. I wait a little longer, and just when I'm about to give up, I hear someone shuffling to the door. An old woman's voice asks, 'Who's there?' and I say, 'I'm looking for Robert Goodwin.' 'Is that you, Robert?' the old woman says, and then she undoes about fifteen locks and opens the door.

 "She has to be at least eighty, maybe ninety years old, and the first thing I notice about her is that she's blind. 'I knew you'd come, Robert,' she says. 'I knew you wouldn't forget your Granny Ethel on Christmas.' And then she opens her arms as if she's about to hug me.

 "I didn't have much time to think, you understand. I had to say something real fast, and before I knew what was happening, I could hear the words coming out of my mouth. 'That's right, Granny Ethel,' I said. 'I came back to see you on Christmas.' Don't ask me why I did it. I don't have any idea. Maybe I didn't want to disappoint her or something, I don't know. It just came out that way, and then this old woman was suddenly hugging me there in front of the door, and I was hugging her back.

 "I didn't exactly say that I was her grandson. Not in so many words, at least, but that was the implication. I wasn't trying to trick her, though. It was like a game we'd both decided to play - without having to discuss the rules. I mean, that woman knew I wasn't her grandson Robert. She was old and dotty, but she wasn't so far gone that she couldn't tell the difference between a stranger and her own flesh and blood. But it made her happy to pretend, and since I had nothing better to do anyway, I was happy to go along with her.

 "So we went into the apartment and spent the day together. The place was a real dump, I might add, but what else can you expect from a blind woman who does her own housekeeping? Every time she asked me a question about how I was, I would lie to her. I told her I found a good job working in a cigar store, I told her I was about to get married, I told her a hundred pretty stories, and she made like she believed every one of them. 'That's fine, Robert,' she would say, nodding her head and smiling. 'I always knew things would work out for you.'

 "After a while, I started getting pretty hungry. There didn't seem to be much food in the house, so I went out to a store in the neighborhood and brought back a mess of stuff. A precooked chicken, vegetable soup, a bucket of potato salad, a chocolate cake, all kinds of things. Ethel had a couple of bottles of wine stashed in her bedroom, and so between us we managed to put together a fairly decent Christmas dinner. We both got a little tipsy from the wine, I remember, and after the meal was over we went out to sit in the living room, where the chairs were more comfortable. I had to take a pee, so I excused myself and went to the bathroom down the hall. That's where things took yet another turn. It was ditsy enough doing my little jig as Ethel's grandson, but what I did next was positively crazy, and I've never forgiven myself for it.

 "I go into the bathroom, and stacked up against the wall next to the shower, I see a pile of six or seven cameras. Brand-new thirty-five-millimeter cameras, still in their boxes, top-quality merchandise. I figure this is the work of the real Robert, a storage place for one of his recent hauls. I've never taken a picture in my life, and I've certainly never stolen anything, but the moment I see those cameras sitting in the bathroom, I decide I want one of them for myself. Just like that. And without even stopping to think about it, I tuck one of those boxes under my arm and go back to the living room.

 "I couldn't have been gone for more than three minutes, but in that time Granny Ethel had fallen asleep in her chair. Too much Chianti, I suppose. I went into the kitchen to wash the dishes, and she slept on through the whole racket, snoring like a baby. There didn't seem any point in disturbing her, so I decided to leave. I couldn't even write her a note to say goodbye, seeing that she was blind and all, and so I just left. I put her grandson's wallet on the table, picked up the camera again, and walked out of the apartment. And that's the end of the story."

-Paul Auster

2013/01/29

'Las cabras'

2013/01/29
"Ahí fue que aprendí que cuando oscurece, las cabras no se mueven. Se quedan donde están, y punto. Al día siguiente regresas y están en el mismo lugar."

Alejandro Ortiz, pastor de cabras
(Vist a El Periódico de Catalunya,29/1/2013)

2013/01/12

Antic conte japonès

2013/01/12

El jove Akira era l'encarregat d'anar a buscar l'aigua fresca que bevien a la casa-escola del mestre Oé. Cada matí anava a la rica font que naixia al peu del turó, a vint minuts de distància. Per a aquesta tasca, havien aconseguit dos grans atuells de terrissa que mantenien l'aigua fresca tot el dia. Els dos càntirs penjaven dels extrems d'un pal robust que, col·locat al llarg del coll, li permetia portar fins a tretze o catorze litres sense gaire esforç.

Però resulta que un dels atuells tenia una esquerda per la qual s'escapava part de l'aigua i, al final del trajecte, només arribava la meitat del contingut.

Durant els dos darrers anys, aquesta havia estat la dinàmica: l'Akira anava aviat a la font, omplia els dos recipients i tornava només amb un atuell i mig d'aigua.

El càntir perfecte estava molt orgullós dels seus èxits: durant tot aquest temps havia portat tot l'aigua que li permetia el contingut. Però el càntir trencat estava trist i avergonyit de la seva imperfecció, ja que era conscient que només aconseguia complir la meitat de la comesa per a la qual havia estat creat.

Després d'aquells dos anys de treball, l'atuell trencat ja no va resistir més la pressió i va alçar la veu per dir:
—Estic tan avergonyit!
L'Akira va girar el cap cap a l'esquerra, va veure gemegar la pobra ceràmica i va preguntar:
—Vergonya de què, amic meu?
—Durant tot aquest temps, no he estat capaç de portar bé l'aigua fins a casa del mestre. Quin desaprofitament! Per culpa dels meus defectes, he espatllat part de la teva feina —es va queixar el càntir.
L'Akira va somriure amablement i va dir:
—No diguis això. Ara arribarem a la font i us ompliré d'aigua, i vull que et fixis en com és de bonic el camí de tornada a casa.

Quan van arribar a la font, el càntir va deixar que li posessin l'aigua i, un cop damunt de les espatlles de l'Akira, va començar a mirar al seu voltant, tal com li havien indicat.
—El camí és preciós —va dir el càntir.
—A mi també m'agrada. Veus les flors precioses que voregen la cuneta? —va preguntar l'Akira.
—Oh, són boniquíssimes! —va exclamar el recipient.
—T'has adonat que només hi ha flors en aquest costat del camí? Durant aquest dos anys, he plantat llavors en aquest costat perquè sabia que hi creixerien les flors gràcies a l'aigua que tu vessaves cada dia —va assenyalar el jove.
—De veritat? -va preguntar el càntir, emocionat.
—Sí. Gràcies a això durant aquests anys he gaudit d'aquestes flors en els passejos matinals i no solament això, he pogut decorar amb flors la taula del mestre. Estimat amic, si no fossis com ets, ni el senyor Oé ni jo hauríem pogut gaudir de la bellesa com hem fet!

Autor: desconegut
(Via: MSP)